2020

Un gran año de aprendizaje

Un año que te regaló grandes y variados retos de aprendizaje.

Que te invitó con frecuencia a salir fuera de la Zona de Confort,

 y a pasar la mayor parte en la Zona de Aprendizaje.

Aprendiste más resiliencia, gestión emocional,

aceptación de lo que está fuera de tu control.

Un año en el que tomaste más conciencia de que sólo tienes la certeza de cuando naciste,

el resto es incertidumbre, incluyendo la fecha y el modo en el que dirás adiós.

Reaprendiste a vivir el momento presente, el único que existe.

Un año para recordar tu gran fragilidad y redescubrir tu enorme fortaleza.

Un año para reflexionar si lo que ha sucedido es una casualidad o una causalidad.

Para darte más cuenta de lo que significa la respons(h)abilidad

y de que ésta es siempre individual.

Porque aunque a veces la delegues en otros

 la respons(h)abilidad de la elección sigue siendo tuya.

Un año para comprobar que la vida es como una botella medio llena.

Tanto si has experimentado, o no, la pérdida de un familiar, salud, trabajo o dinero,

puedes elegir poner tu atención y energía en la mitad vacía o en la llena de la botella.

Un año para constatar que eres libre, siempre, para elegir tu actitud ante la vida.

La actitud es tu respuesta o respons(h)abilidad.

Si eliges como respuesta culpar a otro de lo que te sucede te conviertes en una víctima,

porque cedes a ese otro el poder de resolver lo que te sucedió.

Si, por el contrario, eliges hacerte cargo de lo que te sucede

mantienes tu poder de elegir cambiar tu situación.

Un año que puedes evaluar como el de la amenaza o como el de la oportunidad.

Una amenaza si te enfocas en las pérdidas y una oportunidad si lo haces en los aprendizajes.

Este puede ser el momento oportuno de hacer el balance de ellos,

es decir, de tu crecimiento como persona desde el pasado enero.

Si el balance es positivo, felicítate.

Si es negativo, contactar con un coach podría ser una elección acertada.

Un año para aprender que en tu vida unas veces ganas y las otras… aprendes.

Jaime Bacás, fundador de EXEKUTIVE Coaching