En un mundo teórico, siempre actuarías de forma efectiva y harías “primero lo primero”. Pero no vives en él. No actúas siempre con efectividad.
Como vives en el mundo real donde hay algunas actividades que no te gusta hacer, otras que te resultan inciertas y áreas en las que incluso tienes miedo, puedes sentirte tentado de retrasar lo que podrías empezar a hacer hoy.
En el mundo real eso significa que la teoría de “primero lo primero” frecuentemente se enfrenta a la teoría de la procrastinación de que “después es mejor”. Ahora te encuentras en el centro de un dilema. Observando este dilema, el poeta y escritor inglés del siglo XVI William Shakespeare podría cavilar, “Actuar o no actuar, esa es la cuestión. ¿Es preferible sufrir las cadenas de los retrasos vergonzosos o actuar productivamente?, esa es la cuestión que desconcierta mi mente”.
Para ayudarte a contestar esa cuestión, te invito a realizar la exploración de tu procrastinación, que te ayudará a determinar tus zonas problemáticas de procrastinación y a organizar tu pensamiento.
1- Anota el área principal en la que procrastinas y que quieres cambiar. (Aunque este puede ser tu desafío más duro, incluso el más duro tiene “puntos débiles”)
2- ¿Qué esperas conseguir en esa área a través del desarrollo de tu maestría en procrastinación? (Considera los beneficios racionales, emocionales y conductuales)
3- ¿Con qué actividades, generalmente, sustituyes la actividad prioritaria que pospones? (Considerar este proceso de sustitución te da la opción de redirigir tus acciones hacia tu prioridad)
4- ¿Qué te dices a ti mismo para justificar posponer las actividades prioritarias descritas en el apartado anterior? (P.e.: te dices que “mejor empiezo mañana”)
5- ¿Qué emociones experimentas cuando procrastinas en un asunto prioritario? (¿Sientes frustración, imposición, enojo, culpa, incomodidad, rebeldía, inseguridad, u otra?)
6- ¿Cuáles son las consecuencias conductuales a plazo corto y medio de esta procrastinación? (¿Qué pierdes?)
7- ¿Qué problemas futuros eliminarías mediante la ruptura de tu hábito procrastinador? (Evitar un problema puede hacerte sentir recompensado)
8- ¿Qué ganancias positivas, predeciblemente, resultarían de romper tu hábito procrastinador? (¿Es una sensación de alivio? ¿Obtienes una recompensa o ventaja concreta?
9- ¿Qué has intentado que hayas encontrado efectivo para frenar tu procrastinación? (Esto puede proporcionarte pistas de lo que funcionará para ti)
10- ¿Durante cuánto tiempo has sido capaz de romper el hábito procrastinador antes de recaer otra vez? ¿Qué crees que causa los retrasos en romper el hábito? (Esta pregunta prepara el escenario para prevenir las recaídas)
Tu respuesta a la pregunta 10 define un problema al que se enfrenta la mayoría de la gente: retrasos, lapsos y recaídas. Si eres como la mayoría, te enfrentarás a retrasos muchas veces antes de que establezcas un patrón de realización proactivo y dominante. Y necesitas evitar quedar bloqueado después de un retraso. En su lugar, puedes recuperar lo que funcionó antes, pero esta vez con un plan modificado para evitar lapsos y recaídas.
P.e., crear una tarjeta. En una cara escribe tres acciones concretas que puedes tomar para vencer tu procrastinación cuando tienes un impulso para retrasar, como “inmediatamente dar un paso preliminar para continuar”. En la otra cara de la tarjeta, escribe tres ideas que sean prácticas o o inspiradoras, que puedan ayudarte a desplazarte desde una mentalidad de hábito procrastinador a otra en la que pienses con mayor fluidez y proactividad.
Nota
Permiso para su traducción al castellano y publicación por Jaime Bacás para Senderos de Productividad otorgado por: New Harbinger Publications, Inc.; The Procrastination Workbook, William Knaus, Ed.D.; www.newharbinger.com
Jaime Bacás, fundador de EXEKUTIVE Coaching y BATMETRIX, socio de ATESORA Group
Artículo publicado originalmente en mayo 2010 para Senderos de Productividad