Micro-capítulo 7/18
Sostenibilidad del cambio en coaching ejecutivo
El cambio de comportamiento se produce gradualmente a través del establecimiento de nuevas conexiones neuronales (nuevo aprendizaje), mientras se debilitan, y finalmente desaparecen, las viejas conexiones (des-aprendizaje) correspondientes al comportamiento que ahora quieres sustituir por resultarte inefectivo. La sostenibilidad del cambio en el coaching ejecutivo es el propósito del diseño y ejecución del programa.
Repetición, observación, medición del nuevo comportamiento y ajustes si fueran necesarios. Esos son los cuatro pasos básicos de la práctica que conducen a la sostenibilidad del cambio en coaching ejecutivo. Así de simple, y difícil.
Simple se refiere a que una vez diseñados los comportamientos no hay más que ponerlos en práctica, repetirlos, observar su efectividad a través de su medición y, eventualmente, introducir ligeras modificaciones para incrementar esa efectividad.
Difícil se refiere a la gran fuerza de voluntad que necesita el coachee para realizar lo anterior, teniendo en cuenta que se encuentra fuera de su zona de confort, lo que significa que se mueve en un entorno de incertidumbre, se siente incompetente, a veces con miedo a cometer los inevitables errores que construyen el aprendizaje.
Esta fase de puesta en práctica constituye un terreno propicio para que se dispare su procrastinación. El coachee encontrará mil excusas, algunas inconscientes, para evitar la práctica de los nuevos comportamientos. Pero el coach experto ya lo habrá previsto y entrenado en medidas anti-procrastinación.
El resultado exitoso de la puesta en práctica es el logro de la sostenibilidad del cambio de comportamiento, que a partir de este momento denominamos hábito, y que remplaza al anterior inefectivo.
Es frecuente no trabajar más de dos o tres comportamientos simultáneamente considerando el nivel de atención de cada coachee, e incorporar nuevos comportamientos conforme los anteriores se transforman en hábitos.
Es difícil predecir el tiempo necesario para incorporar un nuevo comportamiento y convertirlo en hábito. Depende del coach en la fase de co-diseño del mismo, del coachee en cuanto a su frecuencia de práctica, y de la complejidad intrínseca de cada comportamiento.
Circulan varias cifras en la bibliografía que se mueven en el amplio rango de 3-9 semanas.
(En EXEKUTIVE Coaching consideramos tan relevante la minimización de la procrastinación que la hemos identificado como uno de los diez Atributos Críticos de la metodología propia EFFEKTIVE Coaching).
Jaime Bacás, Fundador de EXEKUTIVE Coaching
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