La gran confusión del término aprender: Micro-capítulo 11/18
La gran confusión del término aprender
Tal vez ayude a entender lo anterior el significado diferente del término “aprender” (learning) cuando se aplica a hard skills y a soft skills.
El aprendizaje en el primer caso (hard skills) se refiere al “saber y comprender”. Tiene que ver con el “conocimiento” o “información asimilada”.
Este tipo de aprendizaje se puede demostrar mediante un “examen”, es decir, una serie de preguntas y resolución de “problemas” sobre la materia en cuestión, que probarán que el aprendiente lo conoce y sabe cómo aplicar ese conocimiento.
El examen mide ese grado de conocimiento y la forma de aplicarlo.
Aprender en el segundo caso (soft skills) se refiere al “hacer”. Esta distinción es relevante. Es probable que antes de “hacer” necesites “saber cómo hacer”. Sin embargo ese “saber cómo hacer” es extremadamente simple en la mayoría de los casos.
Toma como ejemplo el “saber” que necesitas sobre la habilidad de escucha activa, probablemente la habilidad principal entre todas las soft skills. Toda la teoría sobre escucha y la forma de aplicarla pueden caber en un par de folios. Casi todos la conocemos y, sin embargo, que pocos son los que la practican con efectividad.
Todavía son demasiadas las personas que confunden saber y hacer, y esa confusión les conduce a medir el hacer (nivel 3 de Kirkpatrick) con los criterios del saber (nivel 2).
Las mediciones del desarrollo de los nuevos comportamientos durante un programa de coaching, el hacer, se realizan durante el avance del mismo, e incluso durante los tres o seis meses posteriores al mismo.
De forma análoga con cualquier programa que incluya el cambio de comportamientos (soft skills), como por ejemplo uno de liderazgo.
Esta confusión en el término aprender es la principal razón que explica la bajísima efectividad de estos programas en nuestro país.
Su diseño no está centrado en los cambios conductuales y, por consiguiente, no incluyen su observación y medición.
La utilización creciente de programas de auto-aprendizaje de soft skills que ofrecen los LMSs incluyen la misma y clamorosa carencia.
No es de extrañar, por tanto, el déficit de liderazgo en nuestro país, y en general en el desarrollo de las soft skills.
En mi opinión éste es el principal reto de los profesionales de L&D
(Learning and Development)
Jaime Bacás, fundador de EXEKUTIVE Coaching
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